Hoy cumplo un sueño de adolescencia. Blink-182 es un grupo que me marcó una época. Es un recuerdo asociado a los amigos y a los veranos de la pubertad. Siempre habíamos dicho que los iríamos a ver. Luego resultó que nunca habían venido a España y en sus giras tampoco figuraba como destino. Para más inri se acabaron separando, así que cualquier posibilidad de verlos se acabó desvaneciendo de un plumazo.
Y aquí estoy hoy, feliz como una perdiz, porque en menos de seis horas voy a tener delante de mis narices a uno de los grupos de mi vida. Sentimiento de felicidad que adquiere más importancia después de sus no visitas a España y posterior separación. No solo han acabado por volver a tocar de nuevo, sino que tienen a Barcelona en el mapa de sus giras. Es como si alguien haya decidido cumplir mi deseo. Me podría haber avisado en su día: "No te preocupes, ahora no los verás, escucharás noticias sobre ellos que te desalentarán, pasarán los años y eso hará que cada vez lo veas más imposible. Pero cuando menos te lo esperes (unos ocho años después), te los pondré a media hora de casa y a un digno precio. Quizás no lo vivas con la misma intensidad pero si con la misma ilusión, o incluso más si cabe, por que no pararás de repetirte que no puede ser."
Lo más fuerte es que nos enteramos de que habían vuelto hará un año o así. Como no, no tocaban en España, pero si en Alemania o Italia. Estuvimos hablando de ir a verlos allí si hacía falta, pero todo se quedó en agua de borrajas. Pues bien, vienen a Barcelona, y las entradas estaban a buen de precio 35 euros aunque la verdad es que hubiéramos pagado lo que hiciera falta. Pensad que hay madres que tienen que pagar 75 euros por la entrada de Justin Bieber.
Nunca desistáis de vuestros sueños o deseos, cuando menos te lo esperas va el destino y os los pone en bandeja. Eso sí, es un poco caprichoso, tiene que ser cuando el lo considere conveniente ;)
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